Como madres, a menudo anteponemos las necesidades de nuestros hijos y familias a las nuestras, lo que puede provocar agotamiento e incapacidad para estar totalmente presentes para nuestros seres queridos. Encontrar un equilibrio entre la maternidad y el autocuidado es fundamental para nuestro bienestar físico, emocional y mental, así como para el bienestar de nuestras familias.